5.20.2012

Algo que no sepa.


Cuentan las historias de las hadas,
que un día el mundo estaba
hipnotizado
y no hubo nada
que lo despertara.

Todos nuestros héroes lo intentaban,
pero es que sus canciones
y sus versos molestaban:
Acababan
con el virus de odio que contaminaba.
La gente de poder les reclamaba
un poco de cordura
por los tiempos que pasaban.
En los que el ser humano
trabajaba
sin descanso
y sin parada.
Y se quejaban
esos cerdos de corbata,
tan subida y apretada,
que es normal que el mundo calle
si el cerebro a ellos les falla.

¿Y mi opinión?
¿sirve de algo a estas alturas?
Yo lo intento a duras penas
y con las peras maduras.
Con las canas del dolor,
y las arrugas del que dura.
Como un sabio en su sillón,
que elige el don
de la cordura.

La verdad es que estas hadas
nunca fallan.
Decían que la vida era una guerra que duraba
mil batallas.
Y la más dura
textura
que hay en este mundo.
Es la piel
del niño aquel,
que repartió sonrisas a granel,
y ahora está mudo.
Porque a día de hoy,
ser niño como él ,
quizá es lo más duro.
Ver un futuro
sin papel,
y un cielo más oscuro.
Nacer un niño rebelde,
pero con causa,
seguro.
Y esforzarse en  ser un tío más puro.

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