5.20.2012

Comida para mis larvas. Cap. 2


Se puso el sol,y salí de casa. Yo mismo me definía como un búho. Aunque no sabía girar tanto el cuello,y eso sí que me hubiera encantado para librarme de más de una puñalada por la espalda. Las calles estaban llenas de vida. Vida alienígena,diría yo. Pero vida al fin y al cabo. No podía pedir más que una musiquilla de fondo a medida que avanzaba hacia el garito de siempre.
En este lugar sólo tienes dos opciones si quieres sobrevivir. O te postulas como futuro Jefe del barrio,que si no tienes un amplio arsenal de armas y un poco de experiencia con ellas,no te lo aconsejo,o te dejas la moral y la ética en la taza del water,y te olvidas de querer ser alguien,o acabarás agujereado cuando menos te lo esperes y cuando,quizá,menos te lo merezcas.
Así que es mejor no hacer ruido,o hacerlo para armonizar la banda sonora de nuestra película. No hay trompetas,ni tambores,ni si quiera un violín pegado a un rumano pidiendo unas monedas.Aquí oyes sirenas,aunque no llegas a verlas. Gritos de ancianas reclamando un bolso que se aleja a toza velocidad en brazos de algún vecino tuyo. Ese sonidillo cuando pisas un charco de sangre,que,por la costumbre,ni te habías fijado que estaba ahí.Está fresco. Navajas cortando el viento muy cerca de algún cuello o el grito sordo de un hombre después de varios puñetazos en el estómago. Botellas rompiéndose contra el asfalto después de planear desde cualquier ventana de la zona. El silencio de los carteristas merodeando a algún pardillo que no debe saber ni cómo ha llegado hasta aquí. Sólo falta el director de orquesta,pero es tan bueno que no le hace falta moverse de casa para controlar a todos los instrumentos moviendo sólo una batuta. A ese es al que no debes de corregirle ni una sola nota del pentagrama. Él ha escrito esta rapsodia,y él pone el tempo. O entras en la orquesta,o aplaudes la pieza sin hacer mucho ruido.
Una vez en la puerta de mi parroquia particular me decidí a entrar,y con un pie ya dentro,noté como unas manos sudorosas me tiraban bruscamente de la muñeca. Concretamente del reloj. Sin dedicarle ni siquiera una mirada,aunque yo soy mucho de ver las caras,no me lo pensé ni un segundo y le arrée un patadón en la boca del estómago. En el momento en que hice contacto con su bazo esas manos empapadas de miedo y síndrome de abstinencia se descolgaron de mí. Oí como el cuerpo cayó sobre la acera,y avancé con el mismo pie. Ya estaba dentro.

Todo era como siempre fue. La barra a la izquierda,de madera,con taburetes viejos,aunque comodísimos,a lo largo de ella. Los baños,al fondo a la derecha,como en todos los sitios,joder. El billar ahí al fondo,y los dardos justo a mi derecha,nada más entrar. Dentro de la barra había otro mueble que parecía que venía con el bar,pero tenía nombre. Franciso Javier para Hacienda. Frank para mí,y para los que alguna vez se hayan interesado por la vida del tío que les aguanta las borracheras. Frank era un tipo pegado a una camisa de cuadros,y unos Levi's de toda la vida. Si no llega a ser por su cultura musical y su necesidad de no perder un cliente habitual,seguramente ya me hubiera suicidado en su baño alguna que otra vez. Puede que tampoco quisiera limpiar el estropicio. O también puede que fuera el único amigo que he tenido nunca. Es difícil diferenciar la amistad cuando nunca la has visto. Pero ahí estaba siempre,atento a mi llegada para ponerme un nuevo disco. Me encanta el jazz,pero no es lo único que escucho. Aunque cuando entro en el Dirty's parece que sólo nos dedicamos a escuchar música de negros muertos por efecto de las drogas. No era así. También había buenos discos de blancos muertos por efectos de las drogas.

Ese día,antes de que me diera tiempo a dirigirle un solo gesto,ya estaba preparando mi nuevo disco del día:
-¿Qué me pones hoy?
-Lo de siempre.-y sacó un botellín de debajo de la barra,lo abrió y me lo puso debajo de las narices haciendo equilibrio en la barra.
¡No!
Ah.¿Hoy no quieres cerveza?
Sí,joder.
- ¿Entonces?
- La música..
- ¿Qué pasa con la música? ¿No te gusta? La puse sólo para ti,ya sabes.
- Claro que lo sé,Frank. Eso te he preguntado,¿que qué grupo es?
- ¡Ah! Entiendo.
- Sí...
- jajajaja
- Pero,¿quieres dejar de reirte y decirme qué grupo es? ¿Estás fumao,o qué cojones te pasa?
- jajajajajaja No,sí y sí. jajajajaja

No paró de reirse cada vez más bajo,porque si no la música iba a escucharla quién yo te diga.Después de un rato aguantándole el colocón,me pasó el porro que tenía dentro de la cocina. Él seguía riéndose. Me acabé la cerveza y me puso otra,y aún se reía.
Joder,Frank. ¿Se puede saber de qué te ríes tanto? ¿tengo algo en la cara? ¿me ha salido acento esta mañana y no me he dado cuenta? ¿o es que has visto la patada que le he regalado a un raterillo en la puerta de tu bar?
- No..jaja..es que me hace gracia este disco,porque me acuerdo del día que se grabó.- Y volvió a echarse a reir.
- El día que se grabó te pasó algo gracioso ,no?¿O te recuerda a una chica? Ahora te entiendo. jajaja - y me reí por inercia.
- ¡Tú no entiendes una mierda! jajajaja 
jajajaja - me reí porque la yerba estaba cojonuda y pensé que si fumaba y me forzaba un poco la risa acabaría entendiendo a qué cojones se refería.
Se quedó frío y yo también. Nos miramos.
No entiendes una puta mierda y te descojonas en mis narices. Eres un tío raro Ben.
- Tú eres raro tío,yo soy especial. Y a las personas especiales se les hacen favores especiales,así que ¿puedes hacerme el favor de decirme qué cojones te hace tanta gracia?
- jajajajaja- como antes,sin pausa y con todos sus dientes sacando pecho- pues mira.El día que se grabó esto,le dio un patatús al cantante,y yo fui la voz.
- ¿Este que suena eres tú? Vete a reirte de tu puta madre,Frank. jajaja
- Sí.Es muy cómico porque yo tocaba el piano,y de hecho ese piano que suena de fondo también soy yo. El cantante era Diego,y era un hijodeputa. A nadie le caía bien,pero tenía una buena voz y mucha personalidad.Aunque fuera una personalidad de mierda. Aquel día que estábamos grabando,le dió un chungo en la patata,y se quedó ahí. Llamamos a la ambulancia y lo dejamos sentado,tieso,en la silla del productor mientras discutíamos qué íbamos a hacer con la voz después de aquello. 
Levanté la mano y dije que yo quería cantar,se ríeron,me reí,y canté. A todos nos gustó tanto como había quedado,que no esperamos ni a ver si Diego tenía 'arreglo'. Volvimos a grabar todas con mi voz. Me las sabía todas,lógicamente,y el disco quedó muy bien.
- Estoy flipando. ¡¡¡Le robaste la vida a un muerto!!!
- Nah,no había mirado mucho por ella,y en un descuido...
- ¡Pero no le guardasteis ni un minuto de luto si quiera!
- Ya,pero ese cabrón era tan mala persona que seguro que lo echarían pronto del infierno y volvería para tocarnos las pelotas a los vivos. Aproveché la única oportunidad que he tenido de hacer algo en toda mi vida.
- Bueno,visto así...
- ¡Qué coño! me río porque me acuerdo de la cara de incrédulo que se le quedó cuando se agarró el brazo izquierdo y cayó desplomao al suelo. Es exactamente lo que me hizo gracia. y tú te reirías también si la hubieras visto.
- Frank,te estás riendo de la cara de un muerto fresco de hace 20 años mínimo. ¡Encima conocido! No sé muy bien qué pensar de ti,compadre...
- Pues no pienses,porque a los chicos que piensan demasiado en este bar se les calienta la cerveza y se les prohíbe fumar drogas....
- ¡Oh Frank! ¿alguna vez te he dicho lo mucho que te amo?- y le puse una vocecilla de hada repipi y una cara de 'Sí,quiero'.
- ¡Vete a la mierda y acábate eso de una puta vez! Entonces,¿qué? ¿te gusta cómo suena?
- Frank,creo que nunca habías puesto algo tan bueno...¿cómo coño nunca lo habías puesto antes?
- ¿De verdad te gusta?
- ¡Claro joder! no lo digo por miedo a que te rías de mí si me da un infarto,lo juro.
- Serás cabrón...jajajaja
- jajajaja
- El grupo se llamaba 'Dirty shoes'. Sólo grabamos ese disco,pero bueno,pasaron algunas cosas que te contaré algún día que me levante un poco más serio,porque si me río contando esta historia no sonaría muy creíble,porque no tiene ni puta gracia. jajajaja
Pues para no tener gracia..jajaja
- Por eso te digo. jajaja


Y no paramos de reírnos un buen rato.aunque ahora al que no le hacía ni puta gracia era a mí. Que me entró la curiosidad de saber porqué coño este tío tenía una fila de borrachos peregrinando por su bar,y no una de groupies haciendo lo mismo por su cama. El jodido Frank me pasó el canuto otra vez.Acabé con él de un caladón,le di el último trago a mi birra,y me volví a reír.

- Frank,me tengo que ir. Espero que de aquí a mañana no te dé un patatús,porque me gustaría saber tu puta historia antes de reirme de tu cadáver.
- ¡¡Venga a tomar por el culo!! jajajajaja
- Nos vemos,viejo.

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