Hace un día extraño:
el Sol aparece y brilla
y se esconde y oculta ciertas cosas
al privarnos de luz. Allí estás tú.
Sopla mucho viento,
como esa gente que al fumar
hace ruido cuando saca el humo,
molesta, hace volar mi imaginación
pero tan lejos que no la trae de vuelta.
No he vuelto a verla.
Igual que en las noches de insomnio,
la cosa más insignificante toma peso,
reflexiones sobre las cosas más vulgares.
Mediocridad. Esa palabra nos dio juego,
no creo que haya nada más mediocre
que la palabra en sí misma,
pero reconozco que me
salvó aquel día,
mentiste pero saqué algo en claro:
esta vez no lo has hecho.
Acaba de caerse el Sol.
¿Hemos vuelto al inicio?
Tiembla la tierra.
¿Dónde nos deja todo esto?
Se acerca la gran ola.
¿Tendrá salida este bucle?
Ya puedo ver el cometa,
detras de ti.
No creo que exista una respuesta,
sólo olvido.
Divagar, conjeturar, caer,
morir, follar, sombrero, adiós...
buenos días.
Perdonadme por esta mierda
pero me aburro. Añoro y escribo.
Olvidad lo que he dicho,
aquí no ha pasado nada.
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