5.27.2012

Untitled #9

No creas que esto es algo que te lanzo furtivamente desde la distancia, un golpe a la cara ni nada parecido. Es una pequeña confesión soltada al aire, igual que algún olor que penetra en tu alma y te transporta, quizá sin quererlo, a algún momento que creías olvidado o que simplemente se escondía en el cajón de la ropa sucia mezclado con la memoria. Puede que la culpa fuese mía por mezclar hobby con necesidad, o por convertir lo primero en lo segundo y no saber diferenciar el momento de algo que presupongo hoy eterno, por mucho que intente convencerlo de que se tiene que escapar. Y aunque no es mi intención sigo encontrado motivos para hacer cosas como así, para dejar perdidas ciertas recopilaciones de palabras que aunque no lo parezca, siempre esconden más de lo que enseñan, siempre encuentran una grieta  para salir de mí.
Es autodestrucción, es vicio y es pecado, no es ni de lejos algo que se pueda explicar. Puedo como mucho pretender dibujar humildamente ciertos sentimientos en las nubes de ciertos momentos concretos. Tampoco lo que imagino estuvo nunca demasiado definido, y era puro y alocado precisamente por eso, porque el asesino más cruel es aquel que no muestra el puñal pero sí la herida, sí el dolor que se perpetúa en el tiempo hasta el conocido pero inevitable final.
Estoy convencido de que la culpa ha sido mía, pero también lo estoy de que pese a portar todavía la herida no he muerto, y esto sangra en una orgía de dolor y esperanza, de cementerio y hospital.
Porque sigues aquí de alguna manera, porque no te has querido ir. Porque algunos olores conducen a sitios mejores, y yo estoy allí.
Pd: Esto sigue siendo poesía pero las frases van cogidas de la mano, igual que dos locos que de vez en cuando buscaban en el otro la cordura de no pensar.

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