5.10.2012

tiempos de..

Son tiempos de esconder las pasiones en cajas de cartón y decirles ¡Espero volver a verte pronto! sabiendo que será el fin para los dos.

Tiempos de esconderse debajo de la luna y tomar el sol entre las nubes de la lluvia y de cubrirse con su manto, claro.

Tiempos de deseos que se diluyen como la arena en un ventilador, dejando vestigios, ya olvidados, por toda la sala.

Tiempos huidizos, de cóleras amargas y sabrosas derrotas, y no tan sabrosas, de miedo y empatía camuflada entre sátiras orgullosas.

Tiempos de limpiarse con las mangas el cristal de las gafas para ver si el filtro grisáceo es consecuencia de las lentes o por el contrario tiñe el paisaje del mundo.

Tiempos de miedo, de socio-dependencia, de drogodependencia y dependencia a la mera dependencia.

Tiempos de revolución, de agitación, de banderas rojas hondeando con ansía en la cima de escombros de la civilización.

Tiempos de arte, de poesía, de literatura. Tiempos de expresión intensa, narcisismo y egolatría ocultos tras un "Bueno, en mi opinión no es de lo mejor que he hecho"

Tiempos de mentira, de intentar salvar el pellejo de las garras del abismo, siempre llegando tarde y siempre sin dinero.

Tiempos de soñar y de defraudarse, de pensar demasiado y hacer demasiado poco.

Tiempos de sofá, de playstation, o de xbox, quien sabe, de fútbol, de vinilos oxidados de Dylan o de Knofler. Tiempos de punteos de cuerdas tensadas con maña y de ritmos cavernosos.

Tiempos de austeridad, de pobreza, (véase: recesión económica, que dirían los que entienden). Tiempos de "misiones de paz" de "crecimientos descendentes" de "intervenciones militares" y mil mierdas más.

Tiempos de recortes, de tijeretazos, de manostijeras y demonios. Tiempos insanos, de desconocimiento a cerca del mañana, sin estudios, sin trabajos, sin baterías de litio en la columna.

Tiempos de inyectar dinero público a los bancos y quejas impartidas desde las mesas estáticas de las cocinas

Tiempo de cocaína, heroína, lsd, mdma, marihuana, speed, hachís y demás golosinas.

Tiempos similares a otros tiempos donde hay que tragar con agua el mundo y seguir mirando los segundos.


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