6.18.2012

Breakfast.

Vente conmigo,que voy a invitarte a desayunar un café sólo y un croissant.Como siempre.
Nos darán el chupito de zumo de naranja antes,y te lo beberás en 6 traguitos muy cortos. Aún no sé porque le cortas los cuernos al croissant,como si tu vida dependiese de la simetría en la bollería,y luego te comes el centro como si llevases días sin comer,para desgustar así,más lentamente,las extremidades del primer y casi seguro que último dulce del día.
Si quieres un cigarro solo tienes que pedírmelo. Es verdad que echaba de menos pasarme una calada en un boca a boca. Ese momento ínitmo. También es verdad que hace tiempo que no intimo. Y podemos hacerlo,si tú quieres,y ya nos fumamos el cigarro después.
Ha pasado el tiempo,y creo que te veo más guapa que la última vez. Y así ha sido sucesivamente a más,a medida que sucesivamente nos vinimos a menos. Y nos vimos menos. Qué dilema moral pensar que fuiste y ya no eres. Y que puede que quieras ser.Eso ya no lo sé,si no me lo dices.
Tengo claro que somos diferentes. El tiempo habla y es lógico que te asustes. Pero más por menos es más.
Y los polos opuestos se atraen. Y yo no puedo luchar contra toda esta habladuría,primero porque es la mía,y segundo porque no tengo otra cosa a la que poderme agarrar.

De verdad que tengo fe en ese café.
Piénsalo bien.
A día de hoy me presento encorvao
y casi inerte.
Pero sigo de pie.
Respiro como el que más,
y no me preocupo demasiado
por tonterías.
Las hago yo
y me dejo de royos.
Como antes reías más
ahora me paso esperando los días
a ver si decides
comerte ese bollo.

                                                     

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