Cuando la
ira te atraviesa el cuerpo.
Recorre cada
vena.
Cuando ya no
te calma nada,
te tensa los
músculos y explota en la cabeza.
Tiemblas.
No piensas.
Y en un
instante las nubes oscurecen un día soleado,
la buena
caligrafía degenera,
pero el
único desahogo es desgarrar un papel con el bolígrafo.
Tu casa ya
no es tu hogar,
no te
encuentras a ti mismo
no te
sientes de ningún lugar.
Te importa
todo nada.
Te inunda.
Te controla.
Y la lluvia
de tu mente no desaparece,
la ira te
consume rápidamente.
Ira, es lo
único que sientes.
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