Espero impaciente una llamada importante. Y no estoy realmente seguro de que se vaya a producir,pero la he notado por momentos. Sigo aquí,colgao de mi flexo y esperando un revolcón de neuronas a la altura de mi frente que me dé una idea buena para ensuciar el folio. No puedo aguantar ni un minuto más con el blanco taladrando mi entrecejo. No soporto la idea de sentarme a escribirte algo y que no me salga,cuando siempre pienso un millón de cosas que decirte. Unas cuantas miles de veces menos pienso en cosas que deberían ser y no son,y que por eso el mundo sigue siendo una mierda. Muchos cientos menos de veces me asaltan las dudas de por qué la cago tanto y no mejoro,y cómo puedo ser incapaz de hacerme caso a mi mismo cuando soy al único que tengo. O por qué me miento. No pasan de las decenas las veces que pienso en la infinidad de cosas que se me han olvidado a lo largo de mi vida,y que se me vuelven a olvidar al rato.
Pero hay algo que sólo he pensado una vez...
RIIIIIIIIIIIIINNNNGGGGGGGG RIIIIIIIIIIIIIINNNNGGGGGGGGGGG RIIIIIIIIINNNNGGGG!!!!!!!
Con tu permiso,he de atender una llamada de mi inspiración,así que ya te lo contaré.
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