Puede estar el match apretado,y parecer que va a sonar la bocina y que tu equipo va a perder,pero aparece una especie de semidios que alguien de ahí arriba creó concienzudamente para sobresalir entre los mediocres,salir de su innato anonimato,y estar llamado a ser una leyenda,que se la jugará y la meterá de espaldas con una mano atada al tobillo,y sentado en su canasta. Será capaz.
Tienen esa absurda necesidad,ese defecto congénito en su cultura,que les impide vivir sin un líder,sin alguien que les guíe y que,por encima de todo,los moldée como sus más fieles escuderos. Una verdad es que todo americano(habrá excepciones) es educado para llegar alto.Lo más alto posible. Se les instruye para explotar su mayor virtud en busca de un puesto fijo en el recuerdo de todos los quiero y no puedo. Otra verdad es que ya no se exigen buenos propósitos para llegar a ese altar inmortal. Ya no se exigen metas morales,ni hechos impactantes que marquen el camino de unos cuantos en lo vital de su existencia. No. Sólo hace falta sacar una pelota del estadio de un golpe,o tener una cara bonita y hacer un remix de villancicos.
Ahora ya no existen Luther King's, ni Washington Carver's. Ahora ya no existen las personas como héroes de su vida. Tienen vidas y las deben en cuerpo y alma a sus héroes. Unos tienen más y otros menos.
Si te has dado cuenta de que héroe significa amo,cuelga.
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