4.23.2012

¿Preparado para volar?

Tienes una pistola en la mano, por el peso notas que está cargada. Una voz te dice por un altavoz que hagas lo que hagas con ella no serás castigado, a no ser claro, que incumplas con lo que esa misma voz dirá a continuación; se oye nítida y las instrucciones son precisas: Debes disparar el arma y matar al menos a una persona, la cual puedes ser tu mismo o cualquier persona que veas por la calle. Si desobedeces y no acciones el mecanismo del arma, condenarás a ciento cincuenta y dos personas a una vida horrible en los escombros de la putrefacción humana. Tranquilo, jamás conocerás ni habrás conocido a estas personas. Lo único que tienes que hacer, aunque parezca una acción enorme, es suicidarte o matar a otro ser humano.

Y ahora dime ¿Realmente aceptarías un viaje al otro barrio, o por el contrario concederías tal viaje a un desafortunado, condenandolo en el más allá, en el caso improbable de que este existiera, por un bien mayor? Lo mejor sería optar por el suicidio, no jugarías a ser Dios ¿Serías capaz de ser un héroe, evitar la tentación de vivir y sacrificarte por los demás ? Yo te aseguro que no. Y eso, eso es muy duro. ¿O quizá, sería mejor, ser un poco menos héroe y seguir viviendo? Quizá lo mejor sea no hacer nada e incumplir las normas. Estoy seguro de que has pensando eso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario